martes, 23 de agosto de 2011

Capitulos 2 y 3 (ya que el 2 era muy corto)

Capítulo 2. Más comer, y menos hablar.
Me fui hacia la cafetería. En cuanto entré, allí estaba él, apoyado sobre la pared esperando a alguien, a mi. Entonces, me vio y se acercó, cuando ya estaba a mi lado me dijo:

        -¿Sabes ya lo que vas a almorzar? Te invito yo.
        - No gracias, no hace falta que me invites mi madre ya me a dado el dinero para el almuerzo. Y sí, si tengo elegido lo que voy a comer, ¿y tú?
        -Supongo que no serviría de nada insistir, asique por lo menos, dejame invitarte a un refresco.
        -Bueno vale, pero solo un refresco. ¿A qué esperamos? Venga, vamos a pedir que hoy toca pizza de jamón y queso, y a este paso no nos va a quedar ni el último trozo.
        -Tienes razón -me dijo entre risas- vamos.
        Acto seguido fuimos a coger nuestro almuerzo. Yo cogí 2 trozos de pizza, le di el dinero a la camarera, y me fui hacia la mesa. Él cogió 2 trozos y 2 coca-colas. Venía hacia la mesa, sin apartar la mirada de mi. Yo sonrojada, sabiendo que me miraba,giraba la cabeza hacia otro lado.
        Ya cuando había llegado a la mesa, nos pusimos a comer.

-La pizza está buenísima.-dijo él.
-Sí, está muy buena.
-Dime algo sobre ti.
-De mi vida no tengo mucho que contar la verdad-dije sonriendo-estudio, toco el piano y me gustaría dedicar mi vida a la música, ¿tú?
-Mm..pues a mi me gusta todo tipo de música, me encantaría dedicarme a la biología marina, toco la guitarra y el piano.
-Siempre es interesante saber algo de los demás-dije sonriéndole.
-Sí, y nos deberíamos dar prisa si nos lo queremos comer todo, en 10min. Tocará el timbre.
Nos comimos todo y finalmente le dije:
-Gracias por invitarme al refresco, te debo uno. Es mejor que me valla, ahora toca naturales y será mejor que no llegue tarde o la profesora se pondrá furiosa.
-Estoy de acuerdo contigo, a mi ahora me toca música y tengo todo en la taquilla.

Capitulo 3. Un nuevo vecino, un vecino especial.
Nos despedimos y fui hacia la clase de naturales. De camino, me encontré a Verónica y a Alba, me hicieron todo tipo de preguntas a las que yo respondí.
-Lo tienes en el bote Julia, no seas tonta y aprovecha-decían ellas.
-No me interesa ese chico, simplemente me parece un buen amigo y para que mentir, también bastante guapo.
Ellas se echaban miradas y se reían. Sabía de sobra que estaban pensando que yo estaba coladita por el nuevo. Pero, ¿de verdad lo estaba?

-Bueno venga, vamos a naturales.-dije.
Emprendimos camino a la clase. La profesora había llegado y ya habíamos empezado. Esos 55 minutos se me hicieron eternos, no aguantaba a la profesora que nos tocaba. Sonó el timbre, y yo me fui hacia la taquilla. Cogí los libros y me fui a mi clase, ahora tenia tutoría. Como todos los años, la primera clase de tutoría servía para comentarnos las normas y para que nuestra tutora nos conociese,o nos volviese a ver. Termino la clase y solo faltaban 1 hora para irnos todos a casa.
La última era alternativa religión, me pasé esos 55 minutos que duraba la clase, haciendo dibujitos. Sonó la campana, y me dirigí junto a Verónica y Alba a la taquilla. Metí mis libros cogí mi mochila y nos fuimos a casa. Hoy Alba no iba por el mismo camino de siempre, hoy tenía dentista y la madre le vino a recoger en coche. Verónica tampoco iba por el mismo camino, hoy le tocaba irse a casa del padre. Entonces yo, me fui por el camino de siempre, sola y con ganas de llegar a casa. Empecé a rebuscar mis cascos por la mochila, no los encontraba, hasta que descubrí que estaban en un bolso pequeño de ésta. ¿Por qué siempre que encontraba los cascos, estaban enredados, si yo los había desenredado antes de guardarlos? Siempre me pasaba, y lo odiaba. Después de haber conseguido deshacer el gran nudo que se había formado, me los coloqué suavemente en mis orejas, y me puse a escuchar una bonita canción llamada Cancer, de My Chemical romance. El volumen no estaba del todo alto, pero aún así, se oía bastante fuerte.
De camino a casa, para mi sorpresa, encontré a Carlos.
-Hola, ¿tú también vas por este camino?

Me quité los cascos y le respondí:

-Como puedes comprobar, sí.-después de haberle dicho esto, me di cuenta de que había sido una contestación un tanto borde.- tú también ¿no?

-Como puedes comprobar también voy por aquí -dijo riéndose.

-¿Dónde vives?-Me preguntó.

-En el numero 224 de estos chalets de la derecha.

Me miró con cara de sorpresa y yo, extrañada le pregunté:

-¿Qué pasa? ¿Tú donde vives?
-No, no me pasa nada... Es que, yo vivo en el numero 300 de estos chalets. Y me pareció una gran coincidencia, nada más.

-Pues si que es una gran coincidencia si.-dije riéndome.

Ya había llegado a mi destino y le dije:

-Bueno, yo ya me voy a casa. Adiós- dije con una sonrisa.
-Nos vemos mañana, ¿no?
-Sí, supongo.
-Adiós entonces, amiga.
Entonces, yo ahí sentí que una piedra que caía sobre mi. Y sonrojada y riéndome le dije:

-Adiós, amigo.



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